Encontrar en las gradas parlamentarias un político que no necesite de la política para vivir es complicado. Encontrar un político honrado, riguroso en su quehacer diario, trabajador, estudioso, comprometido con el sentido común y con la libertad me atrevería a decir que también.
Acabo de asistir a una conferencia de D. Gustavo de Arístegui y una vez más ha dejado constancia de que sabe de lo que habla y de lo que habla es de relaciones internacionales, de conflictos y terrorismo internacional, del problema árabe-israelí, de la incompetencia absoluta en política exterior del gobierno Zapatero, etc.
Gustavo de Arístegui es Diplomático de profesión y cuando habla se nota, posee una amplia cultura que le permite hablar de historia, literatura, derecho, antropología, etc., su rigor intelectual acompaña cada una de sus palabras y su valentía y firmeza en sus creencias le han puesto en más de una ocasión en situaciones difíciles.
En fin, que no estaría mal tener en los parlamentos más políticos como Gustavo, con sentido común y rigor y honestidad intelectual. Basta ya de tanta mediocridad.
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