miércoles, 20 de octubre de 2010

Mi cielo


Días de ayer que en procesión de olvido

lleváis a las estrellas mi tesoro,

¿no formaréis en el celeste coro

que ha de cantar sobre mi eterno nido?

Oh Señor de la vida, no te pido

sino que ese pasado por que lloro

al cabo en rolde a mi vuelto sonoro

me dé el consuelo de mi bien perdido.

Es revivir lo que viví mi anhelo

y no vivir de nuevo nueva vida;

hacia un eterno ayer haz que mi vuelo

emprenda sin llegar a la partida,

porque, Señor, no tienes otro cielo

que de mi dicha llene la medida.

Miguel de Unamuno

No hay comentarios: