martes, 16 de agosto de 2011

Jornada Mundial de la Juventud (y III)

A lo largo de estos últimos días las distintas ciudades y pueblos de España han ido acogiendo en sus casas y parroquias a los jóvenes peregrinos llegados de todas las partes del mundo para participar en la JMJ que está a punto de empezar. España se ha poblado de alegría, esperanza e ilusión y eso, en los tiempos que corren, es de agradecer. Aquí en Albacete, sin ir más lejos, todo esta a punto para iniciar la peregrinación de nuestra diócesis a Madrid. En breve va a dar inicio lo que, sin lugar a dudas, será uno de los acontecimientos del año en nuestro país y que convertirá a España por unos días en el centro de atención mundial. El mensaje de Jesucristo es así de Grande.

Tengo delante de mí la foto de Namrata Nayak, una niña de 10 años perteneciente a la casta de los intocables y que sufrió quemaduras en el 40 % de su cuerpo durante una serie de ataques contra los cristianos en la India. Corren malos tiempos para los fieles de la Iglesia Católica, reivindicar con orgullo la fe en Dios y su hijo Jesús se paga hoy en muchas partes del mundo con la vida. Testimonios como el de Namrata estarán muy presentes estos días en Madrid, es de justicia. Aquí en España se nos ataca de otra manera. Nuestra respuesta la veremos en unas horas. Miles de jóvenes nos vamos a unir para reivindicar con alegría el mensaje de amor, fe y esperanza que Jesús trajo para la humanidad. Responderemos a los ataques de estos días y a los intentos de boicot a la JMJ con una sonrisa, cánticos y rezos por el hombre (y la mujer, se entiende), sea éste creyente o no. ¡Si es que… lo que no pase en España…! Incluso David Hatchwell, vicepresidente de la comunidad judía en Madrid, ha emitido un comunicado en el que considera que los católicos “deben seguir unidos en sus valores y no prestar atención a lo que otros critican de sus convicciones o de su Iglesia”. Por supuesto, es de sentido común.

Sirva este encuentro en Madrid de ejemplo para la humanidad. Que el mundo entero se fije en lo realmente importante de la JMJ 2011: el mensaje de Jesús. Los que vociferan el fin de la Iglesia Católica atiendan bien, porque cientos de miles de jóvenes de todo el mundo afinan sus guitarras, aclaran sus gargantas, embellecen sus sonrisas y abren sus brazos de par en par para dar una afectuosa y cálida bienvenida a nuestro Santo Padre, Benedicto XVI. Bienvenido.

* Publicado en La Tribuna de Albacete el 14.08.2011

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