Santiago el
Mayor fue uno de los Apóstoles de Jesús y hermano de Juan. Su biografía
cristiana empieza cuando, pescando junto a su hermano en el lago de Genesaret,
ante la llamada de Jesús lo deja todo y Le sigue.
Uno de los
discípulos más apreciados por Jesús, estuvo presente -junto a Simón Pedro y su
hermano Juan- en dos de los momentos más
importantes de la vida del Maestro: la transfiguración en el monte Tabor y la
oración en el Huerto de los Olivos. Así mismo, las Sagradas Escrituras dan
cuenta –en los Hechos de los Apóstoles- de la presencia de Santiago el Mayor en
el Cenáculo en espera orante de la venida del Espíritu Santo:
"Los Apóstoles regresaron
entonces del monte de los Olivos a Jerusalén: la distancia entre ambos sitios
es la que está permitida recorrer en día sábado. Cuando llegaron a la
ciudad, subieron a la sala donde solían reunirse. Eran Pedro, Juan, Santiago,
Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé, Mateo, Santiago, hijo de Alfeo, Simón el
Zelote y Judas, hijo de Santiago. Todos ellos, íntimamente unidos, se
dedicaban a la oración, en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de
Jesús, y de sus hermanos.” Hechos 1, 12-14.
Decidió libremente seguir la llamada
de Jesús y lo dio todo, incluso la vida:
“Por aquel entonces, el rey Herodes
hizo arrestar a algunos miembros de la Iglesia para maltratarlos. Mandó
ejecutar a Santiago, hermano de Juan, y al ver que esto agradaba a los
judíos, también hizo arrestar a Pedro. Eran los días de «los panes Acimos».
Hechos 12, 1-3.
Morir por Jesús no es un hecho aislado
del pasado, hoy ocurre a lo largo y ancho del mundo, probablemente mientras
escribo estas líneas algún cristiano esté pagando las “consecuencias” de seguir
a Jesús, Crucificado por nosotros. En el día de su festividad conviene
resaltarlo, y más cuando hablamos del Patrón de España.
Santiago el Mayor, por Rembrandt, 1661.
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