martes, 26 de febrero de 2013

Apuntes sobre el arte


Coincido con José Jiménez Lozano en que vivimos una época donde el arte ha dejado de ser arte, la verdad de ser verdad, y donde Torrente… es una gran película, añado.

En 1943, el filósofo francés Jacques Maritain publicó en la revista Liturgial Arts de Nueva York, un artículo con el título de Sobre el juicio artístico, y del que extraigo los siguientes párrafos:

“La gran conquista del arte moderno y de la poesía moderna estriba en que arte y poesía llegaron a adquirir conciencia de sí mismos y del misterio espiritual que encierran, en un grado antes nunca alcanzado. El arte y la poesía comprendieron – acaso a costa de un terrible precio – que el primer deber del artista y del poeta consiste en ser inquebrantablemente fieles a su verdad, a la verdad singular e incomunicable de ellos mismos y de las cosas, que les es oscuramente revelada y que debe asumir forma  en la obra de arte. Es menester que el artista y el poeta tengan gran coraje – y hasta heroísmo les es necesario – para permanecer fieles hasta el fin a ese inasible elemento espiritual  que tiene todas las exigencias de lo absoluto y que no perdona la menor deserción”.

“El único artista que no merece respeto es el que trabaja para gustar al público, para obtener éxito comercial y honores académicos”.

“Para esto – el juicio artístico -, como para cualquier otra cosa, es necesaria una educación apropiada, fundada tanto en un estudio profundo del pasado como en una atención vigilante de los intentos y búsquedas del presente”.

Si escribió eso en 1943 yo me pregunto qué es lo que pensaría hoy del "arte" moderno.



La Academia de Atenas, Rafael.


No sé qué de un tal Barceló, artista, dicen.



No hay comentarios: