martes, 7 de mayo de 2013

Willy Toledo, un "técnico" en Cuba*


Willy Toledo se nos va a Cuba, drama nacional. Está asqueado de vivir bajo el imperio neoliberal de esta Europa mercantilista. Le repugna vivir en una "España llena de políticos, periodistas, columnistas, creadores de opinión, etc. que se permiten el lujo y la desfachatez de exigir derechos humanos en Latinoamérica", dice. Por eso se va a Cuba, que como todos ustedes saben, bajo el imperio de los Castro se ha convertido en una preciada democracia, respetuosa de valores humanos, donde no hay disidentes porque no hay perseguidores, y donde no hay exiliados porque a parte de Ron, en Cuba también uno se puede emborrachar de libertad.

Willy Toledo, a contracorriente.

El genial escritor Guillermo Cabrera Infante, que en paz descanse, no tardó mucho en desengañarse con la revolución, y se vino a la vieja Europa, estableciendo su domicilio en Londres. Salió de la isla para no volver pero continuó fumando puros habanos, comprados en la City, eso sí. No intentes adquirir alguna de sus novelas en Cuba, salvo de contrabando, claro.

Wendy Guerra es una escritora cubana de 38 años con, al menos que yo sepa, tres novelas publicadas, cuatro libros de poemas y también ha hecho alguna incursión en el mundo cinematográfico. Su futuro artístico se me antoja prometedor. En su obra se describen las duras realidades cubanas. También están prohibidos en la muy democrática y respetuosa con los derechos humanos isla cubana.

Qué decir de nuestro Raúl Rivero Castañeda, poeta y periodista cubano, felizmente afincado en España desde el 2004 (a veces la presión internacional funciona). En  2003, durante la conocida como Primavera Negra, fue condenado a 20 de años de prisión por, ¿adivinan?, ejercer su derecho fundamental a la libertad de expresión. Vamos, como periodista que es, vaya. Miren que joya judicial:

“juntos (Ricardo Severino González Alfonso y Raúl Ramón Rivero Castañeda) crearon la Cuba Press la cual agrupaba a varios de estos elementos contrarrevolucionarios y cuyo director es el acusado Rivero Castañeda y por medio de la cual se difundían falsas noticias sobre la situación actual en nuestro gobierno, en cumplimiento con las indicaciones recibidas por el gobierno norteamericano, de igual forma, ambos acusados crearon el treinta de mayo del dos mil, la Sociedad de Periodistas Independientes Manuel Márquez Stering de la que surgió la revista De Cuba, resultando director González Alfonso por medio de la cual suministraban información al gobierno de los Estados Unidos mediante su entrega en la oficina de Intereses de los Estados Unidos en Cuba” (Sentencia 4/2003 del Tribunal Provincial Popular -todo popular, ya saben, n.a.- Ciudad de la Habana).

Hoy, en la Cuba de los Castro, a la mitad de los periodistas españoles los habrían metido ya en la cárcel, y a alguno como a Jiménez Losantos lo habrían fusilado en el paredón (claro que, más de uno y más de dos Willys Toledos –que haberlos ahílos-, se hubieran alegrado, lamentablemente).

¿Se acuerdan de Martica, aquella mujer cubana con la que coincidí en el autobús camino de Madrid? Ya hablé aquí de ella y de sus circunstancias. Una mujer anónima que lleva algo más de un año en España. Allí, en su querida tierra, dejó a su vecino El Conde, con su cartilla de ocho huevos para pasar el mes, “y un pedazo de gallina”. Y es que ni Martica tenía, ni El Conde tiene, una visa de “técnico extranjero”.

Claro señores. No estén tristes. Willy Toledo se va a Cuba, pero no a la Cuba de los cubanos. No, Willy Toledo se va a Cuba con una visa de “técnico extranjero” en la maleta. Claro, la visa que le permitirá no estar sometido a la dictadura del proletariado, y sí a la del libre mercado. El muy comunista y revolucionario camarada Willy podrá prescindir de esos ocho huevos para pasar el mes “y un pedazo de gallina”. Tendrá acceso a lo que se conoce como “zonas verdes”. Por ejemplo, aquellas tiendas donde, “bloqueado” el acceso al pueblo cubano -¡ay, el pueblo!-, el “técnico extranjero” puede comprar con divisas una amplia variedad de productos. Pero también son “verdes” las clínicas -¿privadas?- a las que acuden los cuadros de mando del Partido Comunista. Por no hablar del acceso directo a una suculenta gama de automóviles imperialmente nacionalizados. Son más los privilegios, aquí paro.

¡Ay Willy, Willy! Que abandonas tu cómoda vida subvencionada en la España quebrada para continuar como un marajá en la Cuba comunista de la cartilla a racionar. Al menos tú has dado un primer paso, otros no salen de Hollywood nada más que para ir de manifa a la vera de mamá. Y en Madrid, claro.

*Dedico este artículo a mi amigo Anónimo, con el deseo de que, éste sí, te haya gustado.

La Pilar, el Willy y el Gordillo

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