martes, 25 de junio de 2013

Mucho Beethoven, mucha Música.

Once y cincuenta de la mañana, aparecen los primeros componentes de la Joven Orquesta Nacional de España (JONDE). El que luego resultó merecido aplauso no se hace esperar. El mayor de los músicos no tendría más de 25 años, y me pregunto si serían conscientes del hito musical que allí les, nos, había convocado. Y un genio sordo, BEETHOVEN.

Para aceptar el reto de dirigir las Nueve Sinfonías en un mismo día me imagino que hay que pensárselo dos veces. O tres. De hecho, un acontecimiento de tal calibre tan solo ha tenido lugar en dos ocasiones en todo el mundo. La del sábado fue la primera en España, y el que “cogió el toro por los cuernos” no pudo ser otro que nuestro insigne director de orquesta, don Jesús López Cobos. ¡Bravísimo!

Cinco conciertos se repartirían las Nueve Sinfonías de dos en dos, dejando para el final de la jornada, en exclusiva, la Novena, interpretada por la Orquesta Sinfónica de Madrid con la participación del Coro de Radio Televisión Española. De esta actuación tengo que decir que aún hoy, cuando lo pienso, se me pone el vello de punta. Es sin duda la Sinfonía de Beethoven más conocida, más aplaudida y más interpretada. Y entiendo porqué. Y entendí también porqué un CORO como el de Radio Televisión Española te puede elevar a lo más alto con el instrumento más perfecto a disposición del hombre, su voz.

Junto a las orquestas mencionadas, la Orquesta Nacional de España interpretó la Sinfonía nº 3, “Heroica”, y la Sinfonía nº 4, y la Orquesta Sinfónica de Radio Televisión Española la Sinfonía nº 5 y la Sinfonía nº 6 o “Pastoral”. Las cuatro orquestas estuvieron sensacionales, quizás la que más destacó fue la Sinfónica de Madrid por su interpretación de la Novena junto al Coro, pero la ilusión, entrega, alegría y naturalidad de nuestros jóvenes fue sin duda la que más emoción, en cuanto músicos, transmitió al público, y la Orquesta que más aplausos recibió del Director.

Unas palabras para el segundo gran protagonista de la jornada, el primero lo fue Beethoven, claro. Jesús López Cobos desplegó toda su profesionalidad y maestría como no se podía esperar menos. De puntualidad británica, se entregó de lleno a la faena poniendo todo su saber, empeño y entusiasmo. Nunca jamás he visto a un Director de Orquesta hacer una proeza como a la que con valentía se entregó López Cobos el pasado 22 de junio. A sus 72 años de edad, dirigió con mano de hierro y batuta afilada las 9 Sinfonías de Beethoven, a lo largo de casi doce horas (entre concierto y concierto, lógicamente, una pequeña pausa) que para nada se hicieron pesadas. También, nunca he visto aplaudir tanto a un Director, un mínimo de tres veces tuvo que salir al finalizar cada Sinfonía a recibir los aplausos del público, pero al finalizar la jornada, tras la Novena, dejé de contar a la décima reaparición del Director, más de media hora de reloj de aplausos que continuaron a pesar de que Cobos se retiró, agradecido, ya sin fuerzas.

Mis aplausos desde aquí para los organizadores del evento en el Día Internacional de la Música, para las cuatro Orquestas, el Coro y, cómo no, para el gran Director don Jesús López Cobos, responsable de la hazaña. Un gran día.

Ludwig van Beethoven


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